Antes, las niñas nos levantábamos para saludar a la Miss a coro cuando entraba al salón. Después guardábamos silencio y nos sentábamos. Para platicar en clase los papelitos eran muy usados, nosotras teníamos el chismógrafo: un cuaderno dónde simulábamos tomar apuntes. El chismógrafo circulaba entre las amigas con comentarios escritos, dibujos, pegostes y todo lo que se nos ocurriera (la creatividad abunda cuando surgen los deseos de comunicarse en un lugar prohibido) . Tampoco se permitía comer en clase. Así que escondíamos los Cazares y los Miguelitos, con el mismo ingenio que un contrabandista, para pasar la frontera del patio al salón de clases y guardarlos bajo el pupitre. Durante la clase, nos ocultábamos de la Miss levantando la tapa sobre la que escribíamos, se hacía como si buscaras un libro para meter los dedos rojos por los colorantes del chile en la bolsita del manjar y llevarlo a la boca.
Un día, guardé entre mis libros una bolsita de Cazares con Miguelito. Metía la mano discretamente cada vez que la Miss se distraía y le daba una probadita. Entonces teníamos una Miss muy enojona y estricta, a la que considerábamos “amargada” porque no se había casado ( ahora pienso que tendría unos 20 años). Verbos Irregulares. Escribió con su gis sobre el pizarrón verde. Tiempo presente del verbo ROER. ¡Uy! Eso sería larguísimo. La Miss pasaría un buen rato de espaldas así que más relajada comencé a saborear las crujientes frituras. Yo RO O, Tú RO ES, El RO E... El gato estaba tan entretenido, que los ratones nos relajamos. Incluso me atreví a invitarle a mi compañera. Pospretérito: Yo ROER IA, Tú ... ¡Patricia! – le dice repentinamente la Miss a mi compañera - ¿puedes seguir la conjugación?. Mi compañera y yo teníamos la boca llena. Imposible articular palabra, debimos habernos puesto más blancas que el papel, el verbo ROER, nos descubrió y fuimos a dar al rincón. Por suerte sólo faltaba la conjugación del verbo irregular AVERGONZAR, antes de salir al recreo. El verbo DEFENDER nos lo dejó de tarea con un recado de acusación que tenían que firmar los papás.
Por supuesto que nos recogió los Cazares y dijo que los tiraría a la basura, pero cuando regresamos del recreo , sus dedos rojos sosteniendo el blanquísimo gis, la delataron.
martes, 17 de julio de 2007
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